No he podido aguantarme de curiosidad, y me he sentado a su lado, ella me ha mirado silenciosamente y ha agachado la cabeza.

-¿Es verdad que no se puede ser feliz?-, me ha preguntado con un constante temblor en su voz. No me esperaba esa pregunta, de modo que no tenía preparada una respuesta.
-¿No eres Feliz?
- No estoy segura de lo que significa esa palabra.
- Cuando te duele la barriga porque llevas riéndote mucho rato, cuando tienes ganas de dibujar mariposas y pintarlas con la caja de veinticuatro, cuando te miras en el espejo y los ojos te brillan como si llevaras purpurina, cuando te apetece imitar a un pingüino bajándote los pantalones asta las rodillas y haciendo una carrera, cuando bailas, cuando cantas, cuando saltas…
- Nunca he tenido la caja de veinticuatro.
- Yo tuve que sacar un 10 en mates para que me la regalaran.
-Creo que hecho esas cosas alguna vez, pero es que no para de salirme agua de los ojos, y me duele mucho aquí- Me ha dicho poniendo su mano sobre el pecho. – Me he dado cuenta de que las cosas no cambian nunca, si ya me lo decía Carol, las cosas son así y punto.
- ¿Quien es Carol?
- La otra novia de mi novio.
- ¿Tu novio tiene otra novia?
- Si, y no paran de abrazarse, y es cuando mas me duele aquí. – Y vuelve a tocarse con la mano el pecho.
-¿y porque tiene dos novias?
-¿Cómo que porque? ¿No te han enseñado que hay que compartir? Mi mamá me lo repetía todos los días cuando era más pequeña.
- ¿y si se pone a llover? ¿me darás la mitad de tu paragüas?
- Supongo que si llueve podremos ir donde haya techo.
- y si tu amiga Carol quiere un novio, ¿porque no le dices que entre en una cosa del ordenador y que busque su media manzana, o algo así? Mi vecina se pasa el día entrando en ese sitio.
- Pero es que tengo que compartir.
- Pues mi mamá dice, que hay que compartir, pero que no hay que ser tonta.
-¿Porque dice eso?
- Por que al final te quedas sin sonreír porque las cosas no cambian nunca.
-¿No eres Feliz?
- No estoy segura de lo que significa esa palabra.
- Cuando te duele la barriga porque llevas riéndote mucho rato, cuando tienes ganas de dibujar mariposas y pintarlas con la caja de veinticuatro, cuando te miras en el espejo y los ojos te brillan como si llevaras purpurina, cuando te apetece imitar a un pingüino bajándote los pantalones asta las rodillas y haciendo una carrera, cuando bailas, cuando cantas, cuando saltas…
- Nunca he tenido la caja de veinticuatro.
- Yo tuve que sacar un 10 en mates para que me la regalaran.
-Creo que hecho esas cosas alguna vez, pero es que no para de salirme agua de los ojos, y me duele mucho aquí- Me ha dicho poniendo su mano sobre el pecho. – Me he dado cuenta de que las cosas no cambian nunca, si ya me lo decía Carol, las cosas son así y punto.
- ¿Quien es Carol?
- La otra novia de mi novio.
- ¿Tu novio tiene otra novia?
- Si, y no paran de abrazarse, y es cuando mas me duele aquí. – Y vuelve a tocarse con la mano el pecho.
-¿y porque tiene dos novias?
-¿Cómo que porque? ¿No te han enseñado que hay que compartir? Mi mamá me lo repetía todos los días cuando era más pequeña.
- ¿y si se pone a llover? ¿me darás la mitad de tu paragüas?
- Supongo que si llueve podremos ir donde haya techo.
- y si tu amiga Carol quiere un novio, ¿porque no le dices que entre en una cosa del ordenador y que busque su media manzana, o algo así? Mi vecina se pasa el día entrando en ese sitio.
- Pero es que tengo que compartir.
- Pues mi mamá dice, que hay que compartir, pero que no hay que ser tonta.
-¿Porque dice eso?
- Por que al final te quedas sin sonreír porque las cosas no cambian nunca.